"Me hiciste sentir como si nunca hubiese existido para ti y eso me destruyó. ¿Fui tiempo perdido, fui un desperdicio? ¿Qué fui para ti? Porque para mí fuiste todo."
Sé que lees este blog, sé que aunque pase mucho tiempo sin publicar, tú siempre estás aquí, buscando una respuesta, buscando una salida, buscando un cierre.
Has sido inspiración para algunas de mis publicaciones en el pasado, has sido el protagonista de muchos de mis sueños, y siempre serás el dueño de muchos de mis recuerdos.
La vida nos lleva por infinitos caminos, con infinitas opciones y fue un honor haberme topado en alguna línea de esta estación contigo. Sé que mi forma de lidiar con los cierres es drástica, lo sé. Extraigo de mi vida a las personas con las que creo que ya mi tiempo se ha agotado. Veo mis relaciones con los demás como algo pasajero y efímero, creo que eso hace más sencillo el desligarme de todo. Es mi método de autoprotección emocional.
Siempre es más sencillo desaparecer y fingir que nunca existí en la vida de otros para imaginar que están bien sin mí. Nunca supe que eso te dolía.
Saber esto que me escribiste recientemente me ha hecho reflexionar demasiado sobre la vida y sobre esas pequeñas decisiones que tomamos y que parecen insignificantes para nosotros, pero que tal vez para alguien más signifiquen todo... y me inspiraste una vez más.
Quise iniciar con eso que me dijiste, porque el mensaje va más allá de tú y yo. Quizás llegue a alguien más, quizás parte de nuestra historia ayude a alguien y eso está bien. Si al final lo nuestro le sirve a alguien, no puedo imaginar un mejor final para nosotros que ese.
Lo que quiero decir es lo siguiente: la vida es demasiado corta para aferrarnos al dolor.
La mayoría de las veces estaremos destinados a una ruptura y eso está bien. Está bien porque cada una representa algo en nuestras vidas: una lección, un nuevo nivel desbloqueado en algunas cosas, una nueva visión de lo que quieres, una nueva señal de lo que no quieres, etc.
El hecho de que desaparezca no significa que no hayas sido importante en la vida de alguien, sencillamente los caminos se separan y cada uno transita mundos opuestos.
Por eso quiero darte las gracias por brindarme una nueva perspectiva, pero sobre todo, por enseñarme que hay cosas que todavía podemos mejorar.