Carta del 13 de Marzo/2010

marzo 13, 2010

«Al sueño que alguna vez fue realidad. Ese sueño que se marcha cada mañana al despertar, y que aunque no existe en tu mundo, en el mío sigue tan vigente como siempre».

A veces pensamos en nuestros errores pero no tenemos tiempo de recapacitar. Otras veces hay tiempo y hacemos lo malo sin pensar. ¿Cómo actúo cuando estoy frente a otros? ¿Qué debo hacer cuando algo ha salido mal? o ¿cómo sonreír si tengo el corazón roto?

Muchas veces he querido llorar y no puedo. Muchas veces he ocultado mis lágrimas para no recordar el dolor que me pesa. Pero traigo conmigo un montón de problemas, de dudas, de confusiones, de preguntas, y ninguna de ellas tiene respuesta entonces ¿cómo debo actuar? Cuando quiero ser feliz me invade la tristeza, no espero que me entiendas sólo necesito que leas y sepas por qué no soy como esperas, porqué ya no soy tu favorita.

Me pregunto si me has extrañado o si piensas en mí. No se trata de buscar una respuesta lógica a lo que aparentemente ya no es real, se trata de dejar que el viento mencione tu nombre y me lleve a soñar. Fuiste algo indispensable en mi vida y ahora eso se esfuma de mis manos bajo una mesa una noche.

Me has dejado morir tantas veces y ahora no tengo dudas en dudar del amor, no dudo en dudar de mi vida, ¿ha sido un gran error conocerte? ¡Nunca debí propiciar el encuentro! ¡Fue mi gran condena conocer tu nombre alguna vez, y repetirlo! Me inventé un mundo estúpido y absurdo como ningún otro, lleno de mentiras, de engaños, de falsas ilusiones y lástima, mucha y tanta lástima. Confundí las miradas que me dabas por cariño y amor.

Al sol de hoy estoy segura, ahora estoy segura de que fue un error de mi parte hablarte, fue un error de mis ojos fijarse en ti; fue un error de mi mente pensarte y el error de mis labios fue pronunciar tu nombre o sonreír por tu causa. Nunca estuve tan convencida de querer borrar a alguien de mi mapa y de mi libro, nunca estuve tan segura de que el error de mi vida fue haberte conocido.

Hoy sólo quedan los pedazos triturados, vueltos miles de un corazón que ya no cree en el amor. De nada te sirve tener algo guardado que nunca usarás en la vida... Ni un segundo bajo el cielo.

Love, KI.

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