Soporte
Hurgaba entre las viejas reliquias de la familia, fotografías en sepia, juguetes, rocas que coleccionaba la pequeña “Katita”. Quería ser el salvador de esa niña que ahora vivía en su figura adulta. Ella estaba llena de fantasmas que no la dejaban dormir por las noches; tierna y rota. Bruce le repetía “no te preocupes, no debes llorar”. Permanecían de pie frente a cualquier adversidad, uno era el soporte del otro. Eran todo lo que necesitaban.
Palabras clave que deben estar en el microrrelato:
«pie, rota, preocupes»
Reto del blog de Adella Brac.