Sí, me lo pregunto muy frecuentemente. Es decir, cuando en muchas series, películas, entrevistas etc, alguien habla de que ama la playa yo automáticamente pienso en el calor insoportable, mi piel tostada por causa del sol —que básicamente me desagrada bastante y produce dolor—, la arena irritable, los espacios atiborrados de personas, o en el mejor de los casos con espacio, pero sin sombra. Mi concepción actual sobre la playa no se debe a haber ido a las playas equivocadas, sino a haber ido a demasiadas. Estuve en playas muy hermosas pero las prefiero como postales. Y no me malentiendan, antes me encantaba ir a la playa, sólo que más claramente recuerdo la insolación que debía atravesar días después y luego tener que desconcharme como serpiente, y aunque ahora soy mucho más consciente del gran daño que producen los rayos ultravioletas en la piel, todavía no logro superar mi desagrado por mi piel tostada que luego me cuesta muchísimo aclarar.
En resumen, entre la playa y yo no existe ningún tipo de tregua. No hay remedio para que yo, en vez de estresarme en ella, pueda disfrutar como cualquier persona normal.
¿A alguna otra persona en el mundo le pasa esto? Déjenlo en los comentarios y háganme saber que no soy la única 😆