«Descansa, pajarito, descansa —dijo—. Luego ve a correr fortuna como cualquier hombre o pájaro o pez.»
«Pero ¿cuál será su plan? ¿Y cuál es el mío? El mío tendré que improvisarlo de acuerdo con el suyo porque es muy grande.»
«No comprendo estas cosas —pensó—. Pero es bueno que no tengamos que tratar de matar el sol o la luna o las estrellas. Basta con vivir del mar y matar a nuestros verdaderos hermanos.»
«Pero el hombre no está hecho para la derrota —dijo—. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado.»
«Ahora no es el momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay.»