No quiero que por esta entrada juzguen al resto del blog. No soy alguien que está en Pro de los desórdenes alimenticios, pero tampoco juzgo a quienes lo padecen. Tal vez ya todos saben quiénes son Ana y Mía, o quizás les conozcan mejor por su nombre «oficial»: Anorexia y Bulimia.
Es probable que mucha gente aún ignore éstos temas y al escuchar «Ana» o «Mía» se pregunten ¿quiénes son esas chicas? Hay padres que desconocen el tema, y no debería ser así, más aún si tienes hijas a quienes cuidar de sus garras. Tal vez una madre encuentre una hoja de papel en la habitación de su hija que dice «Mía, eres mi vida» y piense «mi hija es homosexual». Porque al no saber del tema jamás se le pasará por la cabeza que Mía es una enfermedad mental y física que atenta contra la vida de su pequeña.
Es importante que los padres estén informados sobre cualquier tema que pueda influenciar a sus hijos negativamente, y estas dos enfermedades sobre todo, son mortales y es crucial que todos sepamos sobre ellas para evitar caer en ello o para ayudar a otros que puedan encontrarse en medio de esa situación.
Jóvenes de entre los 13 y 19 años generalmente, en la adolescencia, podrían padecer de éstas enfermedades: una de ellas, o lo que es peor, las dos juntas. Está comprobado que entre las edades más usuales de Ana y Mía están por lo general, chicas de entre 15 hasta los 18 años. Pero el hecho de que la mayoría de personas afectadas sean chicas, no quiere decir que los chicos no puedan caer en esta trampa cada día más extensa. Porque ya se han registrado muchos casos de Anorexia y Bulimia en chicos, también jóvenes con desesperación y deseos de bajar de peso.
Filosofía de vida de Ana y Mía: «Los huesos son belleza, la gordura una tortura».
Anorexia. Palabra derivada del griego que significa ausencia o pérdida progresiva del apetito o prohibición total de comida en el individuo. Existen varios tipos de Anorexia, los cuáles son importantes mencionar:
La nerviosa primaria: En la que el individuo experimenta un miedo o temor exagerado a subir de peso pero no es capaz de reflejar los síntomas de la enfermedad.
De tipo restrictivo: Esta etapa se conoce como Anorexia Nerviosa, y es una etapa más avanzada y exigente, en la cuál el individuo se prohíbe de maneras crueles y a toda costa consumir alimentos, sobre todo aquellos de tipo calórico y que contengan grasas o carbohidratos, para evitar así, subir de peso.
Vigorexia: Con esta enfermedad el individuo presenta una gran preocupación por el físico. Muchas veces llega a imaginarse obeso cuando su cuerpo está contrario a eso, o viceversa, llega a imaginar que aún no es lo suficientemente fornido o «musculoso». Entonces, el individuo comienza a realizar fuertes rutinas de ejercicios para eliminar la "supuesta grasa" que posee o para adquirir volumen en todos los músculos que pueda ejercitar. A veces estas rutinas son tan fuertes y exigentes que el individuo comienza a perder energía, a mostrar rasgos faciales de cansancio, ojeras, pérdida de cabello, las uñas comienzan a caerse... Más sobre todo esto, la persona sigue realizando rutinas de ejercicios de manera diaria y constantemente.
Bulimia. Esta palabra significa hambre en exceso o hambre de buey. La bulimia se da con más frecuencia que la anorexia nerviosa y es más común en las chicas que en los chicos, pero también, igual que la anorexia puede estar presente en mujeres maduras, niñas/os menores de 12 años y adolescentes masculinos.
La bulimia se caracteriza por la ingesta compulsiva de alimentos y luego por la expulsión de los mismos. El individuo atraviesa episodios de atracones compulsivos, seguidos de un gran sentimiento de culpa y sensación de angustia y pérdida de control. Suele estar acompañada de días de ayuno total o parcial, para después al poco tiempo volver a sufrir los llamados «atracones». Para expulsar los alimentos, el individuo se ve obligado a recurrir a la inducción del vómito, muchas veces con el dedo u otro objeto que es introducido en la boca para tal fin. También es frecuente que tome grandes cantidades de laxantes u otros purgantes para el mismo efecto.
Ana y Mía no son dos chicas con las que puedes jugar dos o tres días... NO SON TUS MEJORES AMIGAS, son asesinas que se han robado la vida de muchos jóvenes. Si estás con ellas te digo que puedes seguir engañándote, puedes seguir mintiéndote a ti misma creyendo que la belleza está en ser delgada cuando NO es así. Puedes seguir quitándote la vida de a poco, pero en tus manos está cambiar y decidir entre vivir y morir. La belleza es pasajera y no vale la pena perder la vida por ella.
Quien juega con fuego termina por quemarse. Ana y Mía no son nuestras amigas sino todo lo contrario, nuestras peores enemigas, es algo que quiere vernos destruidos y fuera del juego de la vida. Porque si tomas los caminos más fáciles siempre te va mal, recuerda que siempre lo barato sale caro y la vida no se puede comprar ni vender. Un día te arrepentirás de haber entrado en su juego, y si no lo has hecho ¡Ni lo pienses! ¡Cometerás el peor error de toda tu vida! Ana y Mía son el diablo disfrazado y ellas no deciden por ti, sólo tú decides: Estás con ellas o estás contigo.