Que por qué escribo dicen.
Porque si no lo hago pierdo un pedazo de cordura.
Qué tanto escribo dicen.
Tanto como me alcance el alma para escribir.
Escribo por la misma razón por la que debo respirar, para subsistir. Quitarme las palabras es tal como que a un corredor se le priven sus piernas.
Imaginar esos períodos de tiempo en los que escribir y leer eran sólo una lejana fantasía, son casi inconcebibles para mí ahora. No puedo ni pensarme una vida donde sea, sin poder leer cada anuncio o publicidad en las calles, o sin poder escribir cada sonrisa, cada mirada, cada discurso o cada emoción capturada.
Vivir no es sólo recorrer las calles, mover el cuerpo hacia algún lugar, levantarte y abrir los ojos, no es sólo decir «aah, otro día». A eso me ayuda escribir.
¿Que por qué escribo alguien se pregunta?