Acostado sobre la cama sus ojos cerrados no deseaban abrirse, eran azules y hermosos como el mar mediterráneo, ojos así no deberían cerrarse nunca. Pasaban las nueve de la noche, una vez más le han movido para confirmar que aún respira. No entendió que sólo existe un camino, que todo lo demás es cuestión de suerte. Entras por él, tomas lo que te ganas, pero ¿por qué siempre corremos detrás de algo como si nos empeñáramos en arrojar nuestras vidas por la ventana? Cuando él lo entendió ya era demasiado tarde.
Palabras clave que deben estar en el microrrelato:
«nueve, vez, camino»
«nueve, vez, camino»
Reto del blog de Adella Brac.