El que consume todo, el que siempre quiere más. Nunca está satisfecho, absorbe todo lo que le rodea y lo atrae como un imán. Profundo agujero negro, de sangre caliente y fría a la vez, ¿¡quién rayos sabe lo que quiere!? Que no se cansa de destruirme y derrumbar mis paredes. Siempre convencido de que el palpitar de tus corazonadas son las correctas, no me arrastres contigo, por lo que más quieras.
Siempre estás oculto, nunca te muestras. Contigo todo es una noche de invierno fría y con fuertes ventiscas, lo quieres todo en tus brazos, incluso más de lo que puedes sostener. Alucinas pensando que un día obtendrás eso que quieres, aunque hoy eres feliz y al otro ya no lo eres, ¿pero quién diantres te crees para exigirme actitudes lejanas a mi realidad? Solía ignorar tus desvaríos, solía ignorar todas tus ilusiones, pero tu corazón palpita de nuevo y por fin has logrado tu cometido; feliz o no tú nunca te das por vencido.