Si ahora crees que en tu vida sólo hay tormentas, no pierdas la paciencia, ten esperanza porque todo mejora.
Cuando un avión atraviesa una tormenta es inevitable que experimente cambios de presión bruscos, turbulencias, pérdida de visibilidad, congelamiento en partes indispensables para el vuelo y la dirección, rayos e incluso granizo. Es posible que te sientas de la misma manera en este momento, como un avión atravesando una tormenta: no ves un punto de salida, te sientes neutralizado, presionado por lo que puede estar ocurriendo, incluso sientes que quizás no puedes tomar el control de tu vida. Todo lo que necesitas es un piloto que dirija tu vida a una pista segura. Ese piloto no es otra persona que Jesucristo. Él puede llevarte confiado hasta tu destino, seguro bajo su dirección, pero debes primero darle el control de tu vuelo. No dejes tu vida en manos de otras personas, o en manos de la mera casualidad, no esperes cada día para ver como "resuelves", empieza a creer en el Señor Jesús, empieza a poner tu vida en sus manos, paso a paso, cédele el control de todo, y él traerá paz y reposo a tu alma.
Cuando un avión atraviesa una tormenta es inevitable que experimente cambios de presión bruscos, turbulencias, pérdida de visibilidad, congelamiento en partes indispensables para el vuelo y la dirección, rayos e incluso granizo. Es posible que te sientas de la misma manera en este momento, como un avión atravesando una tormenta: no ves un punto de salida, te sientes neutralizado, presionado por lo que puede estar ocurriendo, incluso sientes que quizás no puedes tomar el control de tu vida. Todo lo que necesitas es un piloto que dirija tu vida a una pista segura. Ese piloto no es otra persona que Jesucristo. Él puede llevarte confiado hasta tu destino, seguro bajo su dirección, pero debes primero darle el control de tu vuelo. No dejes tu vida en manos de otras personas, o en manos de la mera casualidad, no esperes cada día para ver como "resuelves", empieza a creer en el Señor Jesús, empieza a poner tu vida en sus manos, paso a paso, cédele el control de todo, y él traerá paz y reposo a tu alma.
Para Él no hay nada imposible.
«Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.» Mateo 11: 28,30.