Las Navidades parecen el tiempo propicio para el amor universal. Sin embargo, a Nuria Estilles se le atraganta la cena de Nochebuena al acoger en su casa a su ex, a quien acaba de abandonarle su nueva mujer, a su suegra y a sus tres hijos. Pese a que Nuria tiene algo importante que contar y quiere celebrar especialmente esa Navidad, la noche es un continuo "pobre papá" que acaba en una discusión familiar. Arrepentida por su lengua viperina, Nuria decide dedicarse al asesinato como una forma de ocupar el tiempo que le queda y no dañar a quienes más quiere. Y decide el día de San Esteban empezar su carrera criminal con alguien muy tonto, muy malo, desconocido y, además, mujer, las condiciones que ella considera que debe tener la víctima ideal. El día de los inocentes la providencia le pone por delante una botella Magnum de la Veuve Clicquot y a una conocida locutora, Marian Zapico del Real, que, además de reunir las cuatro condiciones para ser asesinada, es una cursi rematada, algo que Nuria no puede soportar. Toda esta historia de su inicio en la carrera criminal la cuenta Nuria a alguien que toma notas sin parar un año después mientras ella recuerda cómo emprendió la huida en un formidable Jaguar y el papel que sus amigas, sus hijos y su ex tuvieron en todo lo de su asesinar en el año que acaba, en un relato que culmina el día de Reyes, la noche más mágica del año.
Este cuento corto me ha gustado en el sentido de lo rápido que se lee, el panorama general de la historia, los tintes reflexivos que tienen algunos de sus capítulos y el estilo narrativo bastante sencillo y relacionable.
Nuria Estilles que, movida un día por la rabia (o quizá por el hastío), decide asesinar a quien cumpla con ciertos requisitos específicos.
Su motivación se va descubriendo a la par que los sentimientos que la han llevado a tomar esta decisión, mientras la misma Nuria nos cuenta todo a modo de confesión.
“¿Es amor la costumbre?, ¿lo es la necesidad o la rutina? Todo es amor y puede no serlo.”
A partir de ahí todo empieza a convertirse en una gran bola de nieve que rueda ladera abajo: gira y gira, haciéndose cada vez más grande, generando incertidumbre y llevándose todo y a todos a su paso.
“Esa sí que debe de ser soledad, la del que nunca ha querido.”
En cierto punto se siente muy por las ramas la narración de la protagonista, su relato de los hechos tarda en cocerse y llegar a término (en otras palabras lento).
El cuento se hace pesado por momentos, parece que no avanza o que no se está esclareciendo nada. Sin embargo no pude dejar de leer porque la protagonista logra transmitir empatía y al final solo quieres conocer la razón y el por qué.
Recomendable si tienes una tarde libre esta navidad y quieres leer algo corto y entretenido, lleno de humor negro, que seguramente te robará una que otra sonrisa si puedes seguirle el juego.
PD: Este libro lo he descubierto y leído en la lectura conjunta navideña del blog Entre libros y tintas.
Mi Puntuación:
Muchas gracias por leer.
¡Hasta la próxima!























