Escorpiones en el fondo del recipiente
julio 21, 2014
Una vez leí una historia que me compartió uno de mis lectores y no pude olvidarla. Era la comparación entre un grupo de hormigas y un grupo de escorpiones. Cada grupo estaba dentro de un recipiente diferente, y dependiendo por completo de sus acciones, tendrían al final un desenlace exitoso o uno de fracaso.
Ambos recipientes se encontraban sin tapar, y lo único que los dos grupos debían hacer era salir por la parte superior del mismo.
Una hormiga inquieta y soñadora tuvo la iniciativa de salir por arriba, pero todas se preguntaban ¿cómo lo haría? Hubieron dudas pero a una hormiga mayor y con más sabiduría se le ocurrió que entre todas podrían formar una escalera para impulsarla hacia arriba y que así pudiera salir, luego ella buscaría ayuda. Así lo hicieron y la joven hormiga logró salir. Ya afuera buscó ayuda de otras hormigas, quienes una por una fueron formando una gran escalera hasta que todas las demás pudieron salir también.
Mientras tanto, por otro lado los escorpiones discutían si saldrían o no y envidiaban a las hormigas por su hazaña. En medio de toda esa algarabía a un joven escorpión se le ocurrió repetir la acción de las hormigas, pero inmediatamente los escorpiones más veteranos en el recipiente le reprendieron y negaron su idea. Enseguida los demás escorpiones se unieron a ellos negando la idea del chico y casi logran convencerlo de aceptar su realidad, que estaba encerrado y que no debía hacer nada. Pero entonces el chico intentó subir por su cuenta escalando los lados del recipiente, pero todos los demás tiraban de él hacia abajo y lo hacían caer una y otra vez. Finalmente el chico cansado de intentar terminó resignándose también, y nadie hizo nada más que sólo morir envidiando a las valerosas hormigas.
No explicaré esta historia porque pienso que su mensaje es bastante claro.
Yo sencillamente creo que si nuestras sociedades dejaran de comportarse como escorpiones para empezar a comportarse como hormigas, no habrían en el mundo tantos sueños muertos ni planes y metas congeladas. Nadie tendría miedo de pensar, de crear y mucho menos de expresar sus opiniones y de emprender cosas nuevas. Hay muchas hormigas por ahí, pero todavía quedan muchos escorpiones.
Ambos recipientes se encontraban sin tapar, y lo único que los dos grupos debían hacer era salir por la parte superior del mismo.
Una hormiga inquieta y soñadora tuvo la iniciativa de salir por arriba, pero todas se preguntaban ¿cómo lo haría? Hubieron dudas pero a una hormiga mayor y con más sabiduría se le ocurrió que entre todas podrían formar una escalera para impulsarla hacia arriba y que así pudiera salir, luego ella buscaría ayuda. Así lo hicieron y la joven hormiga logró salir. Ya afuera buscó ayuda de otras hormigas, quienes una por una fueron formando una gran escalera hasta que todas las demás pudieron salir también.
Mientras tanto, por otro lado los escorpiones discutían si saldrían o no y envidiaban a las hormigas por su hazaña. En medio de toda esa algarabía a un joven escorpión se le ocurrió repetir la acción de las hormigas, pero inmediatamente los escorpiones más veteranos en el recipiente le reprendieron y negaron su idea. Enseguida los demás escorpiones se unieron a ellos negando la idea del chico y casi logran convencerlo de aceptar su realidad, que estaba encerrado y que no debía hacer nada. Pero entonces el chico intentó subir por su cuenta escalando los lados del recipiente, pero todos los demás tiraban de él hacia abajo y lo hacían caer una y otra vez. Finalmente el chico cansado de intentar terminó resignándose también, y nadie hizo nada más que sólo morir envidiando a las valerosas hormigas.
No explicaré esta historia porque pienso que su mensaje es bastante claro.
Yo sencillamente creo que si nuestras sociedades dejaran de comportarse como escorpiones para empezar a comportarse como hormigas, no habrían en el mundo tantos sueños muertos ni planes y metas congeladas. Nadie tendría miedo de pensar, de crear y mucho menos de expresar sus opiniones y de emprender cosas nuevas. Hay muchas hormigas por ahí, pero todavía quedan muchos escorpiones.
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