•Parte II•
Mentiras bajo la lluvia.
Si Cenicienta fuera una historia real, el príncipe no habría esperado a que se convirtiera en una hermosa princesa, sino que la hubiera dejado andrajosa con un bebé en brazos, madre soltera: fin de la historia. Eso de que «fueron felices y comieron perdices» no es cierto, aunque tampoco creo que todos los hombres y todas las mujeres sean iguales. Posiblemente hay una ola desatada de divorcios, de parejas infelices, o de «me voy, pero mañana vuelvo» y así todos los meses. Pero en fin, mi trabajo aquí no es ahondar en esos temas porque realmente he venido a escribir sobre otra cosa.
«De aquel que fue imposible expresar sus sentimientos; si lo conociste, entonces es cuando más te falta conocer de él. Porque cargaba máscaras de diferentes funciones, todas para nunca mostrar quién era realmente».
Nació una noche, claro de luna, cuando una sonrisa pintaba en su rostro, y su mirada inquieta con ansias de decir algo. Así apuntaba y creí que no resistiría, pero las cosas ocultas siempre salen a la luz. Cuando empezó a mentirme yo estaba en la etapa de «creo todo lo que dice ciegamente», y es cuando más peligroso es porque fácilmente pueden tragarse las mentiras. El problema para lui es que no pude digerir esas mentiras, esto me llevó a descubrir su verdad.
A las personas con doble cara siempre se les termina cayendo la máscara alguna vez... Por eso procura estar alerta ante cualquier señal de mentira que sus actos te puedan dar. Muchos dicen que la verdad duele, pero no es así, lo que duele es la mentira porque luego te das cuenta de que alguien tuvo que ocultarte la verdad tras ellas para conseguir lo que quería, o porque no confiaba en ti... y eso, realmente es lo que más duele de esto.