El año que se fue tuvo muchas caras. Muchos sentimientos pasaron por mi lado: alegría, entusiasmo, apatía, tristeza, enojo, impotencia, nostalgia, soledad, felicidad e indiferencia. Estuvo lleno de personas que van y vienen como un tren, algunos se quedaron para traer buenos momentos, otros se fueron y nunca volvieron, pero siempre para mejor. Hubo pérdidas en la familia, nuevos nacimientos, matrimonios y renovación de votos. Hubo gente que nos brindó su apoyo incondicional y su ayuda, otros nos dejaron caer, nos empujaron e injuriaron nuestro nombre tras nuestra espalda. Puede suceder que nos quedemos sin nada o con todo, pero este año viejo fue decisivo para muchos de nosotros. Decidimos quien queremos conservar en nuestras vidas como personas importantes y quienes queremos desechar. Descubrimos las calumnias y las mentiras, desenmascaramos la hipocresía, sacamos la basura de nuestras vidas si fuimos sensatos, sino, entonces introdujimos más en ella.
Esta maleta de sueños perdidos o sueños cumplidos que se fue no podrá volver nunca. El tiempo que se ha marchado, los 365 días llamados «2014» fueron 365 oportunidades para hacer algo nuevo, bueno, fresco y diferente con nuestra vida. Para alcanzar nuevas metas, para cumplir y llenar viejas expectativas. Lo bueno es que inician otros 365 días para seguir con nuestro plan, para hacer bien las cosas, para cambiar lo que nos incomoda o desagrada, para sacar lo malo, para crear nuevos sueños.
Hagamos lo mejor que podemos con cada día que inicia desde hoy, seamos mejores; cambiemos el mundo con una sonrisa, con un «buenos días», un «gracias», un «te quiero». Regalemos lo bueno y canalicemos las malas energías para no afectar a los que nos rodean. ¡Feliz año nuevo!
Esta maleta de sueños perdidos o sueños cumplidos que se fue no podrá volver nunca. El tiempo que se ha marchado, los 365 días llamados «2014» fueron 365 oportunidades para hacer algo nuevo, bueno, fresco y diferente con nuestra vida. Para alcanzar nuevas metas, para cumplir y llenar viejas expectativas. Lo bueno es que inician otros 365 días para seguir con nuestro plan, para hacer bien las cosas, para cambiar lo que nos incomoda o desagrada, para sacar lo malo, para crear nuevos sueños.
Hagamos lo mejor que podemos con cada día que inicia desde hoy, seamos mejores; cambiemos el mundo con una sonrisa, con un «buenos días», un «gracias», un «te quiero». Regalemos lo bueno y canalicemos las malas energías para no afectar a los que nos rodean. ¡Feliz año nuevo!