Todos los días realizaba el mismo recorrido; bajaba por las faldas de la montaña donde vivía una misteriosa señora de cabellos grises y tez rosada. Cada día la veía sentada de espalda a la ventana. Las primeras veces me detuve por un leve momento, e intenté ser amable diciendo alegremente «que tenga un buen día», pero me ignoraba. Continuaba mi camino hacia el panteón atravesando los árboles, hasta llegar al pie de esa montaña que resultaba ser mi hogar, allá, en lo alto.
Palabras clave que deben estar en el microrrelato:
«señora, leve, árboles»
«señora, leve, árboles»
Reto del blog de Adella Brac.