Si quieres volar como lo hace un águila, no te rodees de gallinas. Estas saltan pocos metros y vuelven a caer al suelo. Aunque seas un águila destinada a volar alto, si te rodeas de gallinas crecerás convencido de que no puedes volar, te limitarás a dar saltos y aterrizar, pero nunca emprenderás el vuelo. Deja ir a las gallinas de tu vida, conviértete en la persona que debes ser.
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Hace 1 semana