Ya no soy la misma chica de antes, todos cambiamos por fuera pero a veces nuestra mente permanece igual, inalterable. Sin embargo, leyendo las primeras entradas que escribí rondando el año 2010 me doy cuenta de que esa chica que escribía sobre el desamor, sobre lo oscura que es la vida, sobre desórdenes —hoy por hoy superados— y sobre chicos y rechazos ya se ha ido de mí. Me alegra que se haya marchado. No sé en qué momento, ni cómo, por qué, ni cuándo, pero me alegra no haber tenido que guardarle luto ni atravesar una histeria profunda por su partida. La muchacha que ahora vive en mí es tan diferente, aún tiene problemas como todo el mundo a su alrededor pero ya sabe cómo lidiar con ellos de una manera mejor, y ha aprendido a escuchar, pero sobretodo a ser feliz y a tener paz consigo misma.
Corazon, sólo se quedó el dolor
Hace 4 días